diumenge, 10 de maig del 2009

¡TIERRA TRAGAME! -4-

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Era un día soleado del mes de mayo. Apetecía pasear. En la calle principal los bares habían dispuesto las mesas en sus respectivas aceras. Los turistas se sentaban en ellas para tomar algo y disfrutar del sol primaveral que doraba su piel y relajaba su mente. Se respiraba paz y sosiego.
Entré en uno de los bares a tomar un refresco, no había ni una sola mesa libre en las terrazas. Mientras esperaba en la barra a que me sirvieran, un señor , empezó a gritar muy alterado tras de mí:

-¡Sí, sí! ¡ Si lo encuentro lo mato! ¡ lo mato! ¡me debe mucho dinero, se fue sin pagar!

La señora del bar le llamó la atención:
-¡Vamos Pedro, cállate ya!
-¡No callo, no! ¡Que le voy a matar!¡Se llevó mi dinero!
La señora le calmó:
-Bueno hombre, pero de eso hace ya mucho tiempo, cálmate y no molestes a los clientes.
El señor se tranquilizó y le perdí de vista.
Salí del bar, iba caminando por delante de las terrazas, cosa que odio, pero a estas alturas no estoy yo para ir dando rodeos por no pasar por delante de la gente, de pronto volví a oir gritar al señor:

-¡Tú! ¡tú! ¡no te vayas! ¡devuélveme mi dinero!

Casi sin pensarlo, me giré:

-¡Sí, sí, tú! ¡ven aquí! ¿Qué te voy a matar!

¡Dios mío! ¿me lo decía a mí?
Seguí andando y el señor seguía gritando tras de mí. Todas las personas de las terrazas me miraban fijamente. ¡No podía ser! No había visto a aquel hombre en mi vida . Volví a girarme y el señor, sin quitarme la vista de encima, empezó a dar saltitos y a mover los brazos con los puños cerrados, incitándome a la lucha, como un boxeador en el ring, dispuesto a dejarme un ojo morado y la nariz rota:

-¡Vamos, vamos! ¡Ven aquí y pelea cobarde! Devuélveme mi dinero, vamos!

¡No podía creerlo, aquel tal Pedro, estaba como una puta regadera!
Recordé lo que la sabiduría tradicional dice al respecto: “Vale más que digan, ¡Aquí corrió un cobarde! que ¡Aquí murió un valiente!”.Aceleré el paso para llegar cuánto antes al coche, que estaba aparcado justo delante de la última terraza de la calle.

¡No corras no, cobarde, ladrón! volviendo a imitar los movimientos de kasius kley .

Basta que no guste llamar la atención, para que se produzcan todo tipo de situaciones inverosímiles que hacen que todas las miradas se claven en uno. ¡Como odio a ese tal Murphi!.
Todo el mundo me miraba con gesto acusador y aquella acera, parecía no acabarse jamás.

Ya casi estaba llegando al coche, cuando vi en una mesa cercana a él, a un señor mirándome inquisitivamente, acusándome con la expresión de sus ojos, frio, intimidador , como un lobo acechando a su presa..a punto de atacar. Con sus manos asidas a los brazos de la silla ,parecía dispuesto a levantarse en cualquier momento y retenerme a favor del loco que me perseguía.
¡Dios mío! La justícia acorralándome por delante y por detrás,…¿Qué ha pasado con la presunción de inocencia?

Al fín, llegué al coche, entré, con el rabo entre las piernas y cerré los seguros inmediatamente…respiré hondo y volví a mirar hacia la acera, el señor seguía gritando como un “loco” pero ahora ya no se dirigía a mí, sino al señor que había estado a punto de levantarse para detenerme, que con los ojos como platos y el rostro más pálido que drácula , en lugar de un lobo parecía ahora un corderito asustado.

No me quedé para ver el desenlace.
Puse el coche en marcha y salí de allí, con la cabeza bien alta. Durante un buen rato me reí mientras conducía, recordando el suceso y la cara de susto aquel pobre “lobo” ante mujeres, y “corderillo” ante orates. Me dije:

“ A veces la vida, nos paga con la misma moneda”

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6 comentaris:

Cristina Poulain ha dit...

Jajajajaja, lo que no te pase a tí.
Al menos el hombre no te alcanzó...
Aunque hubiera estado gracioso, que el que estaba sentado te "atrapase" y después el loco se fuera para él.
UN besito

Amanda ha dit...

Amelie: JAJA sí que hubiera estado gracioso, sí, pero seguro que me hubiera llevado algún puñetazo antes y la verdad, preferí salir por piernas, pero me encantó que se dirigiera precisamente al "lobo". Igual era un poco gafe, también !!!! JAJAJA
Un abrazo

Metztli ha dit...

JAJAJAJA, me hubiera encantado verte, seguro que después nos partimos de risa las dos. Aunque si eso me pasa a mi me muero de la vergüenza, no me puedo ni imaginar como hubiera reaccionado.
Otra para contar.

Besitos....."chifli"

Amanda ha dit...

Metztli: Lo pasé muy mal aquel día, suerte que después, al encararse al otro señor quedó claro que mi perseguidor no estaba muy "en sus cabales".
En fín,...ya debería estar acostumbrada a estas situaciones, no?...
Un beso

Cristina Poulain ha dit...

Hola, he mirado lo de los comentarios, he cambiado para que pueda comentar todo el mundo, no sé si sería ese el problema.
Si no te va avisame ¿ok?
Un besitoo

Cristina Poulain ha dit...

Menos mal que has vuelto, sana y salva espero ^_^